Educación Física y el Desarrollo Integral de los niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista

15.08.2023

Por Mg. Manuela Benavides Torres

Cuando se plantean estrategias para el trabajo con estudiantes que se encuentran dentro del espectro autista, se busca la aplicación de distintos métodos patentados; sin embargo, una herramienta presente en la mayoría de las escuelas y qué puede llegar a ser un gran aporte para el desarrollo integral de los niños y niñas con TEA, son las clases de Educación Física. Es por ello que se hace necesario identificar de qué manera estas clases ayudan a desarrollar distintas habilidades en los estudiantes con TEA y cuál es la mejor manera de trabajar con ellos para fomentar su participación e interacción con otros a través del movimiento y el juego.

El trastorno del espectro autista (TEA) se caracteriza principalmente por dificultades en la interacción social y de comunicación, y la presencia de comportamientos restringidos y repetitivos (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013). Junto a ello, en algunas ocasiones, se pueden vislumbrar retrasos a nivel cognitivo y motor y la aparición de problemas conductuales, los que se ven expresados en una exploración del entorno más restringida, un desenvolvimiento poco autónomo y más dependiente, una baja interacción y participación con otros en juegos colectivos, dificultades para compartir, la comprensión y el seguimiento de normas e instrucciones y la presencia de conductas impulsivas e inadecuadas frente a la flexibilización y quiebres en la actividad.

Si bien, permanentemente se buscan estrategias y metodologías para poder trabajar y desarrollar las áreas más descendidas; en gran parte de los casos, se logra observar la aplicación de estrategias basadas en métodos más teóricos y conductuales, tanto dentro como fuera del aula, dejando de lado el movimiento y el juego como parte importante del desarrollo infantil de los niños y niñas con TEA.

En este sentido, si se piensa en las escuelas y en espacios que se pueden utilizar como medio para que los niños y niñas puedan desenvolverse abiertamente y desarrollar sus habilidades sociales de interacción y comunicación con otros y con su entorno, encontramos las clases de Educación Física.

¿Por qué? Las clases de Educación Física permiten un desarrollo integral de los niños y niñas, considerando aspectos motores, cognitivos, afectivos, sociales y morales (Lagunas, 2006). Desde este punto de vista, considerando los beneficios de la Educación Física y su aporte al desarrollo de habilidades en niños y niñas que se encuentran dentro del espectro, en estos ámbitos encontramos que:

A nivel motor.Si bien, no en todos los casos existen retrasos a nivel motor, el desarrollo de este ámbito permite a los niños y niñas con TEA una ampliación de sus repertorios sensoriales y de juego, permitiendo una mayor exploración de su entorno, mayor interacción y manipulación de diferentes objetos y un desenvolvimiento más autónomo e independiente, ya que a través de la Educación Física se logra el:

  • Desarrollo de patrones y habilidades motrices básicas.
  • Desarrollo de la motricidad fina y gruesa.
  • Perfeccionamiento de la coordinación motriz.

A nivel cognitivo. Al igual que en el ámbito motor, no siempre se evidencian retrasos, sin embargo la Educación Física aporta a un mejor desenvolvimiento de los niños y niñas, ya que en general las actividades y juegos desarrollados durante una clase de Educación Física tienden a ser muy llamativos y variables y, por lo tanto, existe:

  • Mejora en los procesos atencionales, permitiéndoles una mayor atención por lo que lo rodea y por lo tanto, amplía su capacidad de exploración del entorno.
  • Aumento de los niveles de comprensión de lo que lo que rodea, expresado por ejemplo en la capacidad de comprensión de instrucciones dadas.
  • Mejora en la flexibilidad cognitiva, ya que el niño se ve enfrentado a situaciones cambiantes propias del juego y la actividad realizada.
  • Desarrollo de habilidades asociadas a la imitación, logrando que el niño o niña repita y realice acciones observadas en un otro, ampliando las experiencias vividas.
  • Estimulación del desarrollo neuromotor y por tanto, hay mejoras a nivel coordinativo.
  • Mayor conocimiento de sí mismos y de su propio cuerpo.

A nivel afectivo. En gran parte de los casos, los niños y niñas con TEA, presentan dificultades para identificar y expresar de manera adecuada sus emociones, debido a factores como la falta de habilidades comunicativas (como la inexistencia de lenguaje verbal para expresarse) y la poca flexibilidad cognitiva, asociada a una baja tolerancia a la frustración. En este sentido la Educación Física aporta a través de que:

  • Permite al niño o la niña experimentar y expresar de manera genuina sus emociones a través del juego con otros.
  • Permite superar el egocentrismo y desarrolla la empatía, a través de lo cual se aprende a compartir, respetar turnos de participación y ponerse en el lugar del otro.
  • Promueve el sentimiento de competencia, dando la posibilidad de superar retos y resolver problemas, logrando trabajar la tolerancia a la frustración.

A nivel social.Es sabido que a los niños y niñas con TEA se les dificulta la comunicación e interacción con otros, ya sea porque presentan hiperfoco o intereses más restringidos a actividades y elementos del entorno, impidiendo una relación espontánea y adecuada con otros. Es por ello que la Educación Física es un medio fundamental para expandir su participación y desarrollar sus habilidades sociales, debido a que a través del juego se:

  • Facilita la comunicación y la interacción social.
  • Aumenta la relación con sus pares, ya que los niños deben participar con otros para lograr los objetivos propuestos.
  • Permite la cooperación, el compartir y fortalece el trabajo en equipo.
  • Logra establecer acuerdos con otros para alcanzar fines propuestos.
  • Disminuyen los comportamientos agresivos hacia sus pares, ya que el niño o niña aprende a participar y empatizar con otros.

A nivel moral. En ocasiones, se pueden observar conductas oposicionistas e inadecuadas frente al seguimiento de instrucciones y el establecimiento de normas y reglas. Por lo mismo, a través del juego el niño o niña:

  • Logra reconocer y aceptar normas, reglas y roles sociales, lo que a su vez disminuye conductas inapropiadas.
  • Logra un conocimiento más acabado de sí mismo y del entorno, lo que le permite desenvolverse y explorarlo de forma más amplia con autonomía e independencia.
  • Aprende a ganar y a perder, aumentando su tolerancia a la frustración.
  • Desarrolla su personalidad, su desenvolvimiento autónomo y la toma de decisiones.

Ya conociendo los beneficios que tiene la Educación Física como aporte al desarrollo integral de los niños y niñas que se encuentran dentro del espectro autista, comienzan las preguntas acerca de cómo trabajar con ellos en esta asignatura. Es posible que en ocasiones se torne difícil y requiera de un trabajo más prolongado, sin embargo, siempre se pueden lograr los fines establecidos. Para ello, se pueden utilizar algunas técnicas de apoyo, que permitan al niño o niña participar de la clase e ir logrando un desenvolvimiento más autónomo en las actividades propuestas. Partiendo de niveles de mayor a menor intensidad de apoyo se encuentran:

  • Apoyo físico total: el niño o niña requiere de una guía física durante toda la ejecución de la acción realizada. Por ejemplo, al pasar por un circuito motor se instiga tomando o tocando la parte del cuerpo que debe mover y se guía el movimiento hasta el final de la ejecución. Este tipo de apoyo se puede utilizar en niños o niñas que realizan dicho ejercicio por primera vez y presentan mayores dificultades para el seguimiento de instrucciones y baja atención.
  • Apoyo físico parcial: el niño requiere de una guía física como instigación para iniciar el movimiento y luego, él o ella sola realizan la ejecución de forma autónoma. Por ejemplo, el niño o la niña debe pasar un obstáculo, pasando un pie primero y después el otro. El profesor toca el pie del niño y lo incita a levantarlo con apoyo verbal, logrando que el niño levante el pie y después él por sí solo termina de pasar el obstáculo. Este tipo de apoyo se puede utilizar una vez que el niño o niña ya se ha visto enfrentado al ejercicio y sabe cómo realizarlo, sólo que requiere de ayuda para comenzar.
  • Apoyo a través del modelado: es aquel en que el niño logra ejecutar la tarea mediante la observación y posterior imitación de la acción demostrada por el adulto. Este tipo de apoyo se puede utilizar con niños y niñas que logran seguir instrucciones dadas, y poseen un mayor grado de atención e imitación. Las demostraciones deben ser cortas, mostrando la ejecución de uno o dos movimientos.
  • Apoyo o instigación verbal: se dan las instrucciones de la acción a realizar de manera oral, motivando al niño y la niña a ejecutar la tarea. Para la utilización de este tipo de apoyo el niño o niña debe tener una mayor capacidad de atención y en la comprensión y seguimiento de instrucciones, además de ya conocer el movimiento a realizar. Las instrucciones deber estar dadas bajo uno o dos comandos, para que el niño no se pierda con muchas instrucciones.

La aplicación de los tipos de apoyos, al igual que la selección de las actividades y juegos a desarrollar dentro de la clase de Educación Física, se debe realizar teniendo en cuenta la individualidad y las características de cada uno de los niñas y niñas con los cuales se está trabajando, teniendo siempre presentes la capacidad de flexibilización por parte del profesor y el poder adecuar las actividades y juegos al contexto. Teniendo todo esto en consideración, la clase de Educación se convertirá en un importante medio para el trabajo y desarrollo de habilidades de los niños y niñas con TEA.

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